jueves, 2 de octubre de 2008

Cuando ella llora

Hace varios días que mi hermana llora. Llora tanto y con tal desconsuelo que, supongo, por eso no salió el sol desde hace una semana. Cuando llora se acongojan los pájaros y los duendes que antes la acompañaban a saludar el sol. Llora y llora como en los poemas de Girondo: sale a nado de su propio llanto. Yo le explico que la paciencia, que el mundo, que mañana, que la química... pero a ella sólo le interesan las explicaciones que vienen de otra dimensión, de ese lugar al que yo no tengo acceso. Creo que se calma para que no llore yo. Creo que ella es mi pájaro y mi duende y creo también, que es ella la que me acompaña siempre a saludar el sol.

1 comentario:

Mario dijo...

"solamente puedo escribir de mis emociones dejando de lado toda la racionalidad que me achata , me deja paralizado y sin explicaciones lógicas. desde ese lugar, donde la tristeza puja incansable por ganar el espacio, elijo otra mirada. una mirada sobre dos mujeres.
a una, superando el dolor que me provoca cada lágrima derramada, le entrego la posibilidad de un mundo descocido y que me asusta. Que más allá de descreimientos y miedos, existe. Aunqe más no sea en su imparable cabecita, existe.
A la otra, toda mi admiración.
Por su dedicación, generosidad, su incondicionalidad, por su amor. Por sus bajones y sus levantadas.
También por sus lágrimas no menos dolorosas y por algunas sonrisas.
A las dos, mi amor. Y poder compartir un cachito de este camino hacia algún destino también desconocido."