viernes, 28 de noviembre de 2008
Para espiarla
Cómo me gustaría que conocieras a mi hermana. ¿Qué harías si te enfrentaras con sus ojos cansados, con su mirada de muñeca abandonada, con su letanía de máquina de escribir? ¿Cómo sobrellevarías el relámpago de su mente, los juegos de sus almas errantes y enloquecidas, las pátinas mustias de su piel que hace siglos nadie toca? ¿Serías capaz de acurrucarla y mimarla, de decirle que todo está bien, que nada tiene sentido "gracias a dios"? ¿Le dirías que sus oídos la engañan, que su vista la engaña, que su olfato la engaña? ¿le arrancarías la mente o se la harías estallar? ¿Tomarías, quieto, un té de señoras que hablan del clima, de las plantas y de lo que harán mañana? ¿Saldrías corriendo? ¿La subestimarías de lástima y disculpas? ¿Harías un retrato mental? ¿Uno dibujado para entregárselo y que lo derrita en el aire? ¿Te dejarías recorrer por sus insectos? ¿Te dejarías hablar por sus espíritus atormentadores? ¿La defenderías? ¿Te dejarías ser parte de sus máquinas?
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1 comentario:
La estamos conociendo gracias a lo que escribís. Un beso, ale
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